Eso es lo que ha debido pensar un hombre de Iowa al ver que el ayuntamiento no respondía a las peticiones por su parte para la instalación de un punto de recarga en el pueblo. La razón para esa negativa podría encontrarse que el único modelo eléctrico del pueblo era un Chevrolet S-10 que el mismo había convertido, por lo que ha decidido invertir 30.000 dólares en la instalación de tres puntos de recarga para una población de solamente 650 personas y con planes para la instalación de otros cuatro puntos más.
Pero no contento con ello invertirá 50.000 dólares el próximo año en la expansión de la red de recargas por todo el estado de Nebraska con el objetivo de crear una linea entre las poblaciones de Denver y Chicago. Las declaraciones no pueden ser más optimistas "
Tengo un sueño en el que se extiende la utilización de los coches eléctricos y voy a hacerlo realidad"
Esperemos que las administraciones Españolas tomen ejemplo, permitiendo a los particulares la homologación de las conversiones como en países como Portugal, donde una simple visita a la ITV es suficiente, con lo que se consigue que mucha más gente tenga acceso a esta tecnología y su popularización sea más rápida.
